"A bordo de tu curiosidad. Un viaje por las preguntas y retos de la ciencia actual", Carlos Briones
- D. S. Martin
- 9 may
- 3 Min. de lectura

Ejemplar leído: Editorial Crítica. Prólogo de Javier Santaolalla. Ilustraciones de Kim Amate. 1.ª edición, mayo de 2024. 332 páginas.
Carlos Briones es doctor en Ciencias Químicas y trabaja como investigador en el Centro de Astrobiología del CSIC. Además, trata de divulgar sus conocimientos científicos a través de conferencias, charlas y otras muchas actividades. Defiende un concepto integral de la cultura, en el que las ciencias, las letras y el arte se complementen.
Este libro está dirigido, en principio, a los adolescentes de 16 o 17 años, aunque es altamente recomendable para todo aquel que quiera conocer el panorama actual de la ciencia en los variadísimos campos en los que se interna. Diría también que deberían leerlo todos aquellos que se consideren, aunque no lo digan, personas cultas, especialmente aquellos formados en las ramas de Letras y Humanidades. Carlos Briones nos da una visión básica y asequible, pero completísima, de multitud de cuestiones que afectan a nuestra vida diaria. Muchos de nuestros debates cotidianos deberían partir de la lectura de uno de sus capítulos.
Porque el libro está dividido en 52 capítulos, tantos como semanas tiene el año. Cada capítulo responde brevemente, en unas cinco caras –algo más de dos páginas–, a una pregunta, desde ¿Cuál fue el origen de todo?, el tercer capítulo, hasta ¿Necesitaremos un “planeta B” para la humanidad?, el cuadragésimo noveno. De la mano del autor, viajamos a los orígenes del ser, descubrimos lo conocido (desde la inmensidad del universo a los nanomundos), y tomamos conciencia de lo desconocido, de lo que puede haber más allá de las orillas de la playa. Después, nos acercamos al origen y evolución de la vida y a unos seres extrañísimos, los virus, asistimos al nacimiento y desarrollo de los homininos y nos aproximamos a algunas realidades sorprendentes de nuestro cuerpo y sus enfermedades. Finalmente, hombres de ciencia ya, nos embarcamos en una nave espacial junto a Carlos Briones y viajamos por las profundidades del cosmos. Desde allí, observamos la pequeña canica azul que es la Tierra y nos reafirmamos en la necesidad de protegerla.
El libro puede abrirse por cualquiera de sus capítulos, ya que son totalmente independientes. En muchos de ellos hay referencias a otros capítulos para que cada lector siga su propio camino. Más que un libro de lectura, es un libro de consulta, una pequeña enciclopedia que no debería faltar en las estanterías de cualquier persona formada. También es un libro al que volver en los momentos de zozobra: la mirada de Carlos Briones sobre la realidad nos sitúa en nuestra verdadera dimensión, alejándonos definitivamente del antropocentrismo renacentista; leer este libro es una forma relajante de viajar y un consuelo frente a la finitud. Al final de cada capítulo, Carlos Briones nos presenta tres propuestas (un libro, una película, una obra musical, un blog, una página web, una serie de televisión, una visita…) para profundizar en lo tratado en dicho capítulo.
Para los legos, hay dos aspectos que nos facilitan el acercamiento a los arcanos de la ciencia. Por un lado, el estilo del autor, caracterizado por la precisión y la claridad, sin renunciar a las pinceladas literarias y a la emotividad allá donde fueren precisas para transmitir la profundidad de su mensaje. Por otro lado, las ilustraciones de Kim Amate, preciosas, trabajadísimas, sorprendentes, las cuales completan de forma muy acertada las palabras de Carlos Briones y hacen reflexionar, también, al lector.
Para terminar, como anunciaba en el primer párrafo, las continuas referencias literarias y artísticas que sazonan el libro están en clara sintonía con su defensa de la tercera cultura, una manera de ver el mundo que supere las artificiales divisiones del saber a las que estamos abocados desde la educación secundaria. En este sentido, la lectura de este libro, más allá de guiarnos con seguridad y alegría por el laberinto de la ciencia, es un antídoto contra el dogmatismo, los conocimientos falsos y todos los cantos de sirena que se escuchan desde el océano de la ignorancia. Ya que las metáforas construyen nuestra comprensión del mundo, puedo afirmar que Carlos Briones es el Ulises español de la divulgación científica del siglo XXI. Compruébenlo. Atrévanse a saber. Lean su libro.
D. S. Martin
Sin duda, y me había jurado varias veces que no más, voy a seguir su recomendación... Afortunadamente, no es el único que marca mi agenda lectora. Yo tengo mi itinerario personal, equilibrado. Pero luego vienen los amores de estatutos diversos y hay que atenderlos. Y lo haré, saltando de un libro a otro o de un capítulo al de más allá, como en el libro de Carlos. Carlos Briones se llama Carlos. Y yo recuerdo el río ese al que le llamaban así.
Yo veo ahora, a esta hora tan tardía, la luna blanqueando el negro mar en blanca espuma.
Yo recuerdo a Carlos --hace muchos, muchos años-- tomando una birra por la Flora, con el pelo ya un tanto raído, queriendo ser poeta.
Yo no he leído ese maravilloso libro-Aladino, pero creo en la magia que se esconde en las lámparas de los genios.