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AnRos

Caperucita sin lobo

Caperucita ya no tiene bosques

por donde retozar.

Lobos hay, sí, pero no dan miedo...

Contenta aún, salta entre hayedos de hojalata:

quiere jugar con su amigo lobo,

ya no tan feroz

(en su cesta, tarritos de miel de

Mercadona).


Postrada en la cama,

la abuelita le ruega un chupito de Jerez,

que ya va teniendo ella muchos dolores,

Niña, por favor...


Caperucita busca la noche entre

los matojos sucios del bosque

para contemplar la luna:

Ahí está: de sus mofletes cárdenos

cuelgan los dos colmillos agudos,

careados,

de aquel lobo que fue y ya no está.


Caperucita se desconsuela y llora.

Se suelta el delantal bordado por la

abuela,

abandona sobre el musgo el Mercadona

de sus tarritos de

miel,

despide entre sollozos los colmillos de la luna

que sueña con un viejo

lobo

de agudos dientes, caramelos de estraperlo ya...


Y se va saltando entre las hojas muertas,

ya sin cesta,

ya sin delantal,

ya sin tarritos de miel,

ya sin capucha roja que pueda ser lujuria

para ningún lobo ya.


Y colorín colorado...


Caperucita
Fuente: OkDiario

AnRos

1 comentario

1 opmerking


Gast
22 nov.

El sentimiento que transmite el poema es... así debe sintetizarse un buen comentario sobre un poema, según los manuales. Porque un poema nunca es anecdótico. Pues bien, el sentimiento que transmite el poema es la desilusión. O/y la liberación y la rebeldía de esa Caperucita que está harta de todo. De su capucha roja, de su cestita y de su abuelita. El lector es el que, niño aún, todavía esperaba un lobo feroz, un bosque misterioso y una cándida niña. Pero ese mundo ya no existe: el poeta/lector ya no cree en cuentos. De ahí la desilusión del también lector/neoautor. De ahí el desconsuelo. Caperucita ha madurado. Pero se va saltando, sin nada que la ligue a ese pasado, por…

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