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"El Eternauta" Héctor Germán Oesterheld (guionista) y Francisco Solano López (dibujante)

El Eternauta
Fuente: GATOPARDO

1.ª  edición: 1957-1959 en Hora Cero Semanal, por fascículos. Editorial Frontera. Argentina.


Ejemplar leído: Planeta Cómic, 2022.


No soy un lector especialmente aficionado al cómic, pero, por diversas circunstancias, me he acercado al género en varias ocasiones: presenté al menos dos veces un proyecto para la biblioteca del instituto centrado en la lectura de cómics –proyecto que no aprobó la Junta de Castilla y León por falta de presupuesto– y mi proyecto (todo son leyes, planes y proyectos en educación) para el concurso de cátedras también se apoyaba en el cómic como eje de la animación lectora en el centro. Tampoco conseguí la plaza de catedrático.


Por lo tanto, conocía que este libro es uno de los mejores cómics de la historia. Y, desde luego, no ha defraudado mis expectativas. Apareció por entregas semanales en la revista argentina Hora Cero entre 1957 y 1959. En 1955, aviones militares antiperonistas habían ametrallado a los ciudadanos en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, provocando más de 300 muertos. Mientras se publica El Eternauta, los golpistas están en el poder y reprimen duramente a la oposición.


El guión es magnífico. Presenta una estructura circular a través de una larga conversación entre un guionista de historietas y un extraño viajero en el tiempo que se materializa en su despacho. El viajero, el Eternauta, cuenta su historia, la historia de Juan Salvo, el propietario de una pequeña fábrica de transformadores, aficionado al aeromodelismo que vive, junto a su mujer, Elena, y su hija, Martita, en un chalecito de la calle Vicente López, en Buentos Aires. Muchas tardes queda con sus amigos para jugar al truco: Favalli, profesor de Física y aficionado a la electrónica, Lucas Herbert, empleado de banco, otro loco de la electrónica y Polsky, jubilado y constructor de violines. Así, la buhardilla de Juan Salvo es un auténtico taller.


Una de esas tardes comienza a nevar. No es una nevada normal, es nieve tóxica, mortal, es el primer intento de aniquilación de la especie humana de unos invasores extraterrestres. Desde ese momento, la apacible vida pequeñoburguesa de Juan Salvo desaparece y, con la colaboración de sus amigos, debe enfrentarse a la nueva realidad. Sólo si trabajan en grupo podrán sobrevivir. La mayoría de los habitantes de Buenos Aires han sido aniquilados por la nevada y los miembros del grupo de Juan Salvo se enfrentan a un mundo hostil en el que irán apareciendo nuevos enemigos: otros grupos de supervivientes, los “Cascarudos”, los “Manos”, los “Gurbos”. En realidad, son especies de otros planetas que han sido controlados por los “Ellos”. Incluso los hombres que han caído en manos de los invasores han sido transformados en “hombres-robot”. El guión da un giro cuando el grupo se encuentra con la resistencia organizada por los miembros del ejército que han sobrevivido y deben integrarse en ella.


La lectura historicista de este cómic es inevitable pero, como todos los grandes libros, tiene otras lecturas. Es un magnífico libro de ciencia-ficción. Es un acercamiento sutil a la vida cotidiana en el Buenos Aires de los años 50. Es una canto a la solidaridad, a la amistad y al amor a la familia. Es un relato de aventuras donde el destino, el ingenio y la iniciativa adquieren tintes homéricos. Es una historia con una clara dimensión ética.

Las viñetas en blanco y negro son impresionantes. El paisaje urbano, los primeros planos de los rostros, las escenas de acción, los juegos de sombras, la aterradora y hermosa nevada infinita... el trabajo de Francisco Solano López plasma de manera inolvidable las ideas de Oesterheld.


En 1977, Oesterheld y sus cuatro hijas, Estela, Diana, Beatriz y Marina, así como otros miembros de la familia, fueron secuestrados y asesinados por la nueva dictadura militar que se había instalado en Argentina en 1976. Leer este cómic no es solo una forma estupenda de pasar el tiempo, es también un homenaje a todas aquellas mujeres y hombres que dieron su vida por unos ideales de paz, fraternidad y justicia social.


D.S. Martin

2 comentarios

2 Comments


Guest
Sep 21

La aterradora e inmensa nieve infinita....

Voy a abandonar a Murakami, refugiado frente a la estufa de leña, en sus múltiples ciudades nevadas de límites inciertos, y voy a sufrir con El eternauta.

Por todo, pero especialmente por eso del homenaje a todas esas personas esas, a usted, entre ellas....

La reseña es magnífica: usted no es catedrático porque hace estas cosas... Qué le voy a decir. Y su biblioteca sigue adelgazando porque, como dice el invitado anterior, las distopías no son tales. El protagonista de Murakami desentraña sueños en la biblioteca de una ciudad apacible, congelada en el tiempo, donde los unicornios sucumben a las fuertes nevadas, en busca de su amor de juventud (volver a los 17). La…

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Guest
Sep 20

Ojalá aprendamos de una puta vez que las distopías no son tales: son realidades que ya sucedieron...

Un aplauso a esa Argentina siempre amada y sufriente.... Y mil gracias a los que nos la permitieron conocer de otra forma más amable, aunque siempre dura.

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