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Dos rosas amarillas

AnRos

Dos rosas amarillas tengo

en el cajón guardadas

para regalártelas mañana

a la hora del vermú.

La una viste celofán grana,

la otra, engalanada en rosa brilla:

dos novios

justo antes del enlace nupcial.

Los anillos lucen oro

en los dedos de Cibeles,

aún fríos,

cabalgando entre dos ruedas de plata

y un estanque carmesí.

La luna vigila: ¡que no sean robados

por otros amantes nuevos,

celosos de nuestros besos!

La boda será mañana.

Si no vienes, si me plantas a lo triste,

habrá confeti, baile y jaleo

(también lágrimas)

en el cajón de mi mesilla,

donde dos rosas amarillas

aguardan, todo ansias,

su segundo bautismo

de pétalos y arroz.


Rosas
Fuente: Freepik

AnRos

1 comentario

1 Comment


Guest
Dec 06, 2024

La esperanza siempre resiste en un mañana efímero que desaparece con las primeras luces del amanecer. La belleza nunca marchita de las rosas eternas se guarda en el cajón de la mesilla. A veces sucede una segunda oportunidad, un segundo bautismo, un segundo enlace. La diosa Cibeles conoce de esas rosas escondidas, de esas vísperas cotidianas, de ese esperar eterno, de ese vivir profundo.

El juego de un nosotros ( que es solo tú y yo) en el poema -tengo, regalártelas, nuestros besos - se confirma con la clara aparición del tú - si no vienes- en la segunda parte del poema. Esa dualidad se recrea en las dos rosas - amarillas, pero una grana, y otra rosa -, …

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