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Revista BuCLE

El Día Mundial del Rinoceronte

El pasado 22 de septiembre fue el Día Mundial del Rinoceronte. No se me ocurre un mejor momento para hablar un poco sobre estos animales que, a pesar de su aspecto estoico y robusto, son más vulnerables que nunca y su supervivencia recae en la misma especie que está propiciando su desaparición: el ser humano.


Los rinocerontes son animales inconfundibles, con su cuerpo pesado en forma de barril, patas firmes acabadas en pezuñas y cabeza grande ornamentada con uno o dos cuernos sobre el hocico. A pesar de su tamaño y pésimo sentido de la vista, su oído es muy fino y su rapidez, asombrosa: si se sienten amenazados ellos o sus retoños, no dudarán en cargar cual ariete para arremeter a lo que haya delante. Más de un jeep de safari ha dado una voltereta y se ha llevado un boquete como sello inconfundible del cuerno.


Fuente: Pixabay

Originalmente se les incluía en el ya descartado término de paquidermos al cual pertenecían otros mamíferos grandes y con piel gruesa, como los hipopótamos y los elefantes. Obviamente, la elaboración de una clasificación partiendo solo del aspecto no es válido en especies vivas (en paleontología, sin embargo, es otro cantar). Los rinocerontes poseen un número impar de «dedos» en sus patas (lo que en zoología denominaríamos como perisodáctilos) y a este grupo también pertenecerían los équidos (caballos, cebras y asnos) y los tapires (imaginad un animal con el cuerpo de un rinoceronte, pero a menor escala, y de extremidades más delgadas, cubierto de pelo corto, sin cuernos y con una pequeña trompa). Aunque resulte ilógico pensar que animales tan dispares a simple vista estén emparentados, la genética y el registro fósil lo avalan.


Figura de rinoceronte blanco. Fuente: Fotografía realizada por el autor (2022)

Actualmente quedan cinco especies de rinocerontes, dos en África y tres en Asia, y no hay ninguna que pueda respirar tranquila sin la sombra de la influencia humana cerniéndose sobre las mismas.

En el continente africano encontraríamos a los rinocerontes de dos cuernos más grandes: los blancos y los negros. Sin embargo, el color no es un recurso útil para su diferenciación (más que nada porque ambos son grises). La clave consiste en fijarse en el hocico. El rinoceronte blanco posee un hocico ancho y cuadrado visto de frente, ideal para pastar. Por su parte, el rinoceronte negro presenta un hocico triangular, más afilado, con un labio superior que le sirve a modo de «mano» para alimentarse de ramas y vegetación más elevada. Por esto mismo, los hábitats de ambas especies están diferenciados en función del modo de vida al que se han adaptado, siendo el primero un habitante de espacios abiertos y el segundo, un simpatizante de zonas con mayor cubierta vegetal e incluso boscosas.

En Asia, por su parte, encontramos a otro rinoceronte con dos cuernos, el más pequeño con diferencia de la familia: el de Sumatra. A diferencia de los demás, su piel no es gris, sino rojiza y en ciertos puntos cubierta por una fina capa de pelo, lo cual es una pista de su relación con los extintos rinocerontes lanudos que, junto a los mamuts, poblaron las tundras europeas durante la última glaciación del Pleistoceno (comúnmente conocida como la Edad de Hielo). Las otras dos especies restantes, poseen un solo cuerno. El rinoceronte indio es un animal inconfundible por los pliegues de su piel, que le dan un aspecto semejante al de una armadura de placas medieval; y el rinoceronte de Java, a día de hoy, se podría considerar más una especie criptozoológica que existente, puesto que habita en las profundidades de la jungla, donde resulta especialmente difícil incluso de fotografiar y de cuya población se estima en unos setenta ejemplares. Que de un animal tan grande solo quede un número tan escaso es una señal inequívoca de que se encuentra en peligro crítico de extinción.


Figura de rinoceronte indio. Fuente: Fotografía realizada por el autor (2022)

Sin embargo, las razones de su precaria situación son bien diferentes en función del continente. Mientras que los rinocerontes asiáticos son amenazados indirectamente por la destrucción de sus hábitats, los africanos tienen que lidiar con el problema de primera mano: el furtivismo. Desde tiempos antiguos se ha considerado en la medicina tradicional china que el cuerno de rinoceronte machacado hasta hacerlo polvo es un afrodisíaco potente. Cabe destacar también que el susodicho cuerno está hecho de queratina, la misma proteína que forma nuestro cabello y uñas. Por lo tanto, teniendo en cuenta que los furtivos no son gente precisamente delicada, la forma en la que mutilan a estas moles grises sería, bajo mi punto de vista, una experiencia semejante a como cuando los nativos americanos se llevaban una cabellera como premio. En el caso del rinoceronte, el pobre animal queda con una herida abierta, sangrando abundantemente y que, como cualquier entrada hacia el interior de un ser vivo, una vía de entrada para futuras infecciones. Ante este acto salvaje y deleznable, se ponen en práctica dos posibles soluciones: por un lado, se anestesia temporalmente a los animales para cortarles el cuerno con una motosierra (al igual que el pelo, con el tiempo vuelve a crecer y así se convierte en un objetivo sin interés alguno para el furtivo) o bien, en algunas reservas, no es de extrañar ver a guardias con uniforme verde y armados con fusiles que acompañen a los animales como un ganadero paseando sus vacas por un prado. Un rinoceronte asesinado por la codicia de un puñado de rastreros asiáticos o magnates del mercado negro es una visión que me entristece. En cambio, que un furtivo acabe hecho un colador por tratar de dañarlos, es algo que no me produce congoja alguna. Rinocerontes cada vez hay menos, en cambio, humanos desalmados en nuestro planeta los hay a granel.

Figura de rinoceronte negro. Fuente: Fotografía realizada por el autor (2022)

La próxima vez que vayáis a Cabárceno o al zoo de Madrid, pensad que lugares así son necesarios para proteger a estos inocentes seres de nosotros mismos.


Daniel Gallego Ortúñez


4 Comments


Guest
Jul 23, 2023

Interesante saber más sobre estos animales tan bonitos. Aunque es una pena el trato que reciben por parte de los seres humanos.

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Guest
Dec 25, 2022

Interesante artículo para conocer los tipos de rinoceronte y su vida en la actualidad .

Ganas de leer sobre mas especies !!

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Guest
Oct 21, 2022

Me ha entrado la curiosidad por ver si en internet podía diferenciar los rinocerontes por el hocico y efectivamente... ya no se me escapa uno. Muy ameno e interesante el artículo ¡Enhorabuena!

Ana

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Guest
Oct 18, 2022

Un artículo muy curioso sobre la realidad de esos grandes y hermosos animales. Como los vemos en los documentales de la 2, pensamos que todavía existe un mundo en el que viven en libertad. Me gustaría que en alguno de tus artículos abordaras el tema de la ficción, o no, de los documentales. ¡Muchas gracias por tu colaboración!

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