top of page

El mar, la mar

El mar, la mar....


Otra vez el mar sazonando

mi alma

con su espuma blanca.


El mar, la mar,

la mar, el mar,

oleaje ambiguo que viene

y va...

¿Adónde se va la mar

cuando no está?

¿Cómo el color del cielo

sin el espejo del mar?


La mar, el mar:

balada de susurros;

rubia caricia al día,

brea a la noche.


El crepúsculo se extiende largo por el

mundo:

colores imposibles pintan, obscenos,

el mar,

la tierra,

el cielo...

Hay fuego, arena, ámbar, cieno...


Hay muchos, muchos mundos;

hay muchas, muchas tierras;

hay muchos, muchos mares,

pero solo un solo cielo.


Castilla se desmiga en mieses

amarillas

mientras añora

la sal.


El mar, la mar. Y el cielo
Fuente: Vecteezy

AnRos

1 comentario

1 comentário


Convidado:
23 de mai.

El conocido verso de Rafael Alberti de su libro Marinero en tierra encabeza este hermoso poema. Alberti, desde Madrid, añora el mar del Puerto de Santa María. Por el contrario, aquí hay algo de ese contemplar sorprendido del hombre, de la mujer, de tierra adentro. Las interrogaciones retóricas expresan preguntas esenciales, casi infantiles; las acertadas imágenes sinestésicas describen la relación del tiempo y el mar; la serie de sustantivos y las anáforas contrastan la complejidad de lo marino, del mundo, frente a la unicidad del cielo. Finalmente, el poema reconecta con los poemas de Alberti: una Castilla de sol y trigo donde se sueña con el mar.

Curtir
bottom of page