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Esos ojos que me miran

AnRos

Esos son los ojos que busco,

Los que me miran desde las sombras

Más diáfanas,

Los que me llaman desde los abismos

Más azules,

Desde esa última cima del viejo olmo.


Esos son los ojos, sí,

Esos a los que llamo mirada aunque sean

Vidrio,

Esos que, cada noche, fabrican para mí

Una lágrima de almíbar

Que me enseña que mañana es ya,

Que terminó ya el ayer, ese que tanto

Dolió, cuando, todavía, ayer será

Y mañana ya se terminó.


Esos ojos de cristal opaco, sí,

Esos son mis ojos, los que yo

Envidio,

los que yo

Amo,

Los que yo

Añoro.


Esos ojos que salvan lo salvaje,

Que resisten los fuegos, las riadas,

Los volcanes, los tsunamis:

Impávidos siempre, impertérritos,

Esperando otra llama distinta que los

Funda,

Que no los devuelva a esa otra vida

Antigua

Que tampoco ya recuerdan

Y que a nadie importa ya.


Cuando, por fin, esos ojos de rugoso

Vidrio

Regresen a mi cristalino azul,

Se habrán ya marchitado

Las margaritas.


Miradas
Fuente: Lange Studio

AnRos

1 comentario

1 Comment


Guest
Feb 06

Un esperar desesperado fluye de este poema. El yo busca unos ojos que desaparecieron, que cuando aparezcan será demasiado tarde. Son unos extraños ojos los que busca la poeta: opacos, vidriosos, artificiales; son los ojos de un cyborg, ojos salvajes, sin pasado. Son ojos que miran, quizás, al otro lado del espejo.

Las aliteraciones - especialmente esos ojos, que inicia los versos que encabezan las estrofas y también aparecen en el título - y la concatenación de oraciones de relativo dan forma al poema. Sólo la estrofa final (encabezada por una subordinada temporal) rompe esa estructura para anunciarnos que siempre será demasiado tarde. El tiempo de las margaritas es demasiado breve.

Los oxímoros -sombras diáfanas, abismos azules, cristal opaco -, las…

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