Exilio
- Juan José Santiago Ramírez
- hace 5 días
- 1 Min. de lectura
Cuando te quedas en silencio,
esas palabras tuyas que no pronuncias,
prenden en llamas dentro de mí,
solas,
y se consumen feroces
para confirmar nuestro destierro.
Cubiertas de polvo,
olvidadas,
en las estanterías de esta habitación,
tu voz y la mía nos observan impasibles,
perdidas entre mis libros y los tuyos.
Yo no soy capaz de anunciarte
que perdimos la facultad de hablar:
sería reconocer con crueldad
que dejamos de escucharnos,
que fracasamos,
que esta distancia es la de dos extraños,
que puede que estemos muertos,
que tu silencio,
que tanto me aturde,
quizá se originase en mi pecho,
y que ni tú ni yo somos culpables
ni merecemos pagar por ello.
Está bien quedarse en silencio,
aunque algo se muera dentro:
así no nos hacemos daño,
y podemos permanecer enteros,
uno al lado del otro,
solos,
cada uno en su exilio,
compartiendo
el terreno de los libros,
los lugares del recuerdo.

Juan José Santiago Ramírez
(Instagram: @santiagoramirez_juanjo)
Un honor poder colaborar con vosotros. ¡Gracias por publicar mi trabajo!
Sí, cuando todo se tuerce, solo queda celebrar el silencio.
Tranquilo, amigo, tu espera tendrá recompensa.
La delicadeza de las ruinas. Una belleza.
👏👏👏👏👏👏