Aquella Navidad no hubo luces en las calles; no hubo regalos; Papá Noel se durmió tras una gran comilona; los Reyes Magos olvidaron su GPS con botón de estrella... ¡Ni siquiera abrió el Corte Inglés!
Aquella Navidad, tan solo el dulce llanto de un Niño.
Aquella Navidad... ¿Cuándo fue aquella Navidad?
Esta Navidad un Niño yace entre pajas (qué afortunado: otros, en Ucrania o Palestina no tienen unas mÃseras pajas donde envolver sus vómitos; un arrugado clÃnex que recoja los últimos estertores de sus sorprendidos esfÃnteres).
Esta Navidad los hoteles VIP Resort, "Four Stations" ofrecen menús de Nochevieja por 1.300 €, mientras, muy cerquita (no es preciso buscar pogromos ni viajar a Marte), cientos de cadáveres regalan su exquisito manjar a miles de hambrientos con mandÃbulas dislocadas.
Esta Navidad tú y yo seguimos comprando infinidad de tonterÃas que no hacen daño a nadie, no, pero que para tantos podrÃan significar el sustento de un dÃa más...; pero me dirás ¿y para qué lo quieren ya, a estas alturas de su desdibujamiento vital?
Ya.
Esta Navidad me puedo ahorrar yo misma también el capricho de una mesa roja en mi cocina nueva, porque sÃ, porque la quiero roja, que es mi capricho, y eso vale un suplemento... Es un capricho.
Esta Navidad habrá de todo como siempre y, como siempre, también nos faltará lo de siempre: ese Dios enorme que se hace mÃnimo para intentar introducirse en nuestros cuerpos (aunque sea por el ano); en nuestras almas (aunque sea a través de una sonrisa que se volvió aviesa al nacer).
Pero entonces y ahora, como en todas las Navidades, en el cielo, una estrella relumbró y relumbra.
¡FELIZ NAVIDAD!
(Y que a nadie nos entre un empacho por todo lo que nos sobra y desperdiciamos.)
AnRos
Es la miseria; es el miedo que nos abotarga... Es el sentir o presentir que para muchos ni siquiera amanecerá mañana....😌
La hipocresÃa, más que el desdibujamiento, en el que nos movemos la mayorÃa busca siempre su justificación. Es el sistema, es la tradición, es lo que hay, es un capricho. El pobre es un vago; además, para eso está Cáritas y los servicios sociales. Volvemos la cara y pasamos otras felices navidades. Quizás un poco más baratas, algo más comedidas, pero nuestras navidades. A los demás que los den, que espabilen.