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"La utilidad de lo inútil", Nuccio Ordine

D. S. Martin

1.ª  edición: Milán, RCS Libri S.p.A., 2013.

La utilidad de lo inútil
Fuente: Editorial Acantilado

Ejemplar leído: Editorial Acantilado, Quaderns Crema, S.A., 1.ª edición, 28.ª reimpresión, junio de 2023. Traducción de Jordi Bayod Brau. 175 páginas.


La crisis de 2008 trajo grandes recortes en los presupuestos educativos, desde la escuela hasta la universidad. Todas aquellas actividades y titulaciones que no se ajustaban a las exigencias del mercado, que tradicionalmente ya se habían visto como sospechosas, vieron menguada su financiación. En aquel contexto surgió el manifiesto de Nuccio Ordine, profesor de Literatura Italiana en la Universidad de Calabria, quien falleció en junio de 2023, a las pocas semanas de recibir el premio “Princesa de Asturias” de Comunicación y Humanidades.


Este pensador defiende, una vez más, la necesidad de mantener en todos los ámbitos, especialmente en el universitario, aquellas disciplinas y actividades que no tienen, aparentemente, una utilidad inmediata. Recuerda que no es algo nuevo, ya que desde la Antigüedad los filósofos han considerado el saber como un fin en sí mismo. Han sido los vaivenes de la Historia los que han arrumbado cada cierto tiempo las humanidades “puras” y la ciencia “especulativa” al rincón de los conocimientos inútiles. Un buen ejemplo de defensa de la libertad creativa e investigadora es el opúsculo de Abraham Flexner, apéndice de esta obra, escrito en 1939, que repasa brevemente el origen de algunos de los principales hitos científicos hasta ese momento.


En el libro que nos ocupa se recogen “citas y pensamientos coleccionados durante muchos años de investigación”; la lista de nombres es abrumadora: Hipócrates, Demócrito, Sócrates, Séneca, Pico Della Mirandola, Montaigne, Tocqueville, Heidegger… En concreto, defiende la utilidad de la Literatura con referencias que abarcan desde Ovidio hasta Vargas Llosa, pasando por Dante, Boccaccio, Tomás Moro, Cervantes, Ariosto, Leopardi, Victor Hugo, Dickens, Baudelaire, Óscar Wilde, García Lorca, Ionesco… Entre las muchas ideas en torno a la utilidad de los conocimientos aparentemente inútiles, señala la curiositas y el libre albedrío como componentes básicos de la dignitas hominis, la relevancia ética de la figura del flâneur, la errónea identificación de los objetivos de la universidad con los objetivos del mercado –con la consiguiente conversión de los alumnos en clientes–, la imprescindible lectura íntegra de los libros frente a la multiplicación de florilegios y materiales didácticos, la terrible e imparable desaparición de las librerías y los libreros, la precariedad y la fragilidad del amor (que nunca es posesión) y la necesaria búsqueda continua de la verdad, que es siempre camino, proceso: ni nihilismo negacionista, ni fanático dogma. En definitiva, Nuccio Ordine recoge en estas páginas otras páginas: las de aquellos que pensaron y escribieron que, en esta vida, es preferible el ser al poseer.


Así concluye el profesor Ordine la primera parte de su libro, titulada “La útil inutilidad de la Literatura”:

Emil Cioran –que dedicará después un breve párrafo de su Breviario de podredumbre a la “obsesión insípida por ser útiles”– refiere en Desgarradura que, mientras le preparaban la cicuta, Sócrates se ejercitaba con una flauta para aprender una melodía. Y a la pregunta “¿Para qué te servirá?”, el filósofo responde impasible: “Para saber esta melodía antes de morir”. Y en el comentario a su aforismo, el escritor rumano intenta explicar la esencia del conocer: «Si me atrevo a recordar esta respuesta, trivializada por los manuales, es porque me parece la única justificación seria de la voluntad de conocimiento, tanto si se practica en el umbral de la muerte como en cualquier otro momento».
Para Cioran, toda forma de elevación presupone lo inútil: “Una excepción inútil, un modelo al que nadie haga caso ese es el rango al que debemos aspirar si queremos enaltecernos a nosotros mismos”. Pero –pese a ser conscientes de que ninguna creación literaria o artística está ligada a un fin– no hay duda de que, en el invierno de la conciencia que estamos viviendo, a los saberes humanísticos y a la investigación científica  sin utilitarismo alguno, a todos esos lujos considerados inútiles, les corresponde cada vez más la tarea de alimentar la esperanza, de transformar su inutilidad en un utilísimo instrumento de oposición a la barbarie del presente, en un inmenso granero en el que puedan preservarse la memoria y los acontecimientos injustamente destinados al olvido.

D.S. Martin

2 comentarios

2 Comments


Guest
Oct 19, 2024

Bueno, ni Sócrates murió como se dijo, ni Cioran fue tan absolutamente infeliz.

No obstante, reconocer debemos todos que la inutilidad de todo lo inútil hace que seamos útiles para algo, al fin.

Gracias por recordármelo, amigo.

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Guest
Oct 18, 2024

Vaya horitas hoy:

Llevo buscando desde esta mañana mi ración imprescindible de su inutilidad. Exhausta estaba, con la ansiedad de la mía propia royéndome el estómago. No sabe usted cuán importante son hoy sus palabras. Y hasta qué punto pertinentes. Infinitas gracias...

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