Nubarrones excelsos repletos de sombras que invocan a los espíritus del agua y del viento; reflejos nocturnos que se apelotonan intentando ascender al origen del mundo; noche cerrada donde aparece un haz, un hilo diminuto de fuego que dibuja cada nube, cada conversión de agua sobre la tierra mortuoria; extrañas voces se encienden acercándose y alejándose sobre los buitres y los búhos que se esconden tras los cojines de vapor de agua oscuro; y al fondo, sobre los ojos tintados de negro, surge el poder de un lucero, de un astro nocturno que enciende e ilumina el cielo y a cuantas sombras se conocen en él; una estrella, un reflejo intenso de luz plateada: la fuerza lunar que ilumina tenaz y inexpugnable todo el planeta.
NeiRma
Esa foto tan hermosa, tan sencilla y barroca a la vez, nos muestra que ese final que tanto nos acojona y entenebrece tiene un destino feliz y luminoso. También necesitamos 9esa esperanza los que arrumbamos por esta tierra árida, los que necesitamos una luz al final de tanta oscuridad, de tanto miedo. Gracias.
El poder de la luna llena de finales de octubre, la luna del cazador, se hace patente en esta fotografía. Ciertamente, parece la puerta de un extraño mundo de agua y luz, un túnel sideral, una invitación a subir una escarpada pendiente helada y salir de una profunda gruta. Quizás la caverna de Platón, o de Alicia. Sí, es el agujero por donde se metió corriendo el conejo de Alicia. Si te fijas bien, está ahí, asomado; esta vez se lo está pensando.