Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Pablo Neruda
Poema 14
Juegas todos los dÃas con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada dÃa.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
¿Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah, déjame recordarte como eras entonces, cuando aún no existÃas.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombrÃos.
Aquà vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.
Tú estás aquÃ. Ah, tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
OvÃllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo, alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegrÃa muerde tu boca de ciruela.
Cuánto te habrá dolido acostumbrarte a mÃ,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.
NeiRma
El copihue -no sabÃa qué era- es la planta sagrada de los mapuches, que representa el amor, el valor y la libertad. Algo de todo eso hay en el poema de Neruda. Poema heteropatriarcal, quizás dijesen algunos miopes. Espléndido poema apasionado, digo yo, como si asiestiésemos a la última floración sobre la Tierra. La fotografÃa ilustra con acierto la fugacidad del amor y de la belleza.
La conjunción del poema y la fotografÃa es acertada. La primavera es hermosa y transporta en su grupo la belleza, pero también la tempestad.... La primavera es efÃmera, como la flor del cerezo. Degustamos sus frutos mientras todavÃa quede tiempo.
Qué imagen tan bonita. Me ha sugerido calma, paz e ilusión por disfrutar de la bella primavera. El poema de Neruda es perfecto para la fotografÃa y ofrece una idea de la vida, del tiempo, de la naturaleza y del amor preciosa. Me ha encantado la asociación entre la fotografÃa y el poema. Lo he disfrutado mucho. Gracias.