
Violáceos vestigios de la historia. Amatistas horizontales en dilucidados matices. Envolventes hilos que dais prioridad al recuerdo sobre la vena del tiempo. Futuros morados que clarean cuanto más se acerca el presente. Curvas ciegas de obstáculos que la vida consigo trae y que piernas y brazos juntos han de saltar con impulsos livianos, pálidos y oscuros. Deseos de seguir hacia delante disfrutando de un caramelo de mora.
NeiRma
De más a menos va decreciendo lo que parece comenzar con una intuición de tragedia: el morado va aclarando en violeta, lila o malva; el recuerdo se impone al olvido y el cuerpo parece tener poder para vencer las vicisitudes negativas que nos ofrece el tiempo. Lo del caramelo de mora es un guiño delicioso para completar la bonanza que se intuye en el abrazo de esa manta violeta y arrugada.
Las imágenes sinestésicas y los cuidados hipérbatos siguen siendo las señas de identidad de esta serie lÃrica. Las acertadas metáforasy el tono reflexivo permiten al lector concentrar su mirada en una fotografÃa convertida en una senda llena de sorpresas.